viernes

CAER O NO CAER ESA ES LA CUESTIÓN



Desprenderme del borde y rezar a un Dios invisible. Beber mi sudor agridulce y sorprenderme al no tocar fondo. Hastiarme hasta el delirio de la interminable espera. Incertidumbre que no me deja soñar, que no me deja llorar. Y llegar, y no ser, y que el golpe no te duela tanto como esperabas. Y que el alivio te envuelva, y que la nada te coma, que te consuma el minuto, que te engulla el segundo. Pasar a ser polvo, a ser tierra. Ya no fingir, no dudar, no callar, no pelear, no temblar, no susurrar, no tararear, no ... ya no. Mejor, caer.

Calipso 

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