sábado

La burbuja

Lloro al verte bailar con las algas,
al verte consumir
ese oxígeno vital y mentiroso,
que engaña a tu organismo crédulo.

Las lágrimas son tantas, que son aire y
sentís una mirada que te penetra,
te perturba, te tortura.

Todo parece tan extraño allí afuera,
que te resignas en tu burbuja celeste,
y no te mentís con horizontes irreales,
con proyecciones que sabes que son reflejos,
de reflejos.

Cada tanto Dios provee, y la rutina maldita
se apodera de tus actos. Nada te sorprende,
ni siquiera el mar de tu pasado,
que aparece y desaparece en tus sueños
ingrávidos.

Sonreís, preferís soñar,
sentirlo podría ser peligroso.
Sabés que tu corazón de pez,
no lo resistiría.

Calipso 



Sentite libre, explorá, descubrí. Te invito a que nos descifremos y simulemos comprendernos desde donde estemos. Soñemos a imaginarnos. El alivio de una visita, aunque sea sólo una ráfaga.