La vida se escurre entre los dedos
Todo se reduce a tan sólo un parpadeo, a tan sólo una lágrima
Breve ritmo acompasado, natural, involuntario.
Cuantas cosas que pasan desapercibidas, ¡y qué importantes resultan!
Sangre, sangre, roca. Vida sobre piedra.
Luz
Uno, dos, tres misterios.
Que sencillo es sentirse solo, llegar a encontrarle el gusto a lo desgarrador de un suspiro. El capricho de caer parado, pero ¡cuánto sangran nuestras manos!
Tirarlo todo por la borda, lavar las culpas en el agua salada.
Siguen allí, es difícil borrar las marcas.
Es más fácil escapar al destino.
Sigues sollozando, aún la lágrima no cae.
Todo sucede a su debido tiempo.
Ahora toca el acero, rieles furiosos escupen su traición a la tierra.
Seguimos buscando el sol, pero él siempre estuvo a nuestra espalda.
Cuesta tanto sorprenderse.
Vaivén, ser o no ser.
Si tan sólo supiéramos el camino. Si tan sólo resolviéramos la cuestión.
Tierra, roca, gusano. ¿Para qué seguir jugando?
En esta ruleta no hay número ganador.
La luna se pierde. La nada, la Histeria. La noche no soporta su ignorancia.
Por fin cae la lágrima, ya era hora.
Algunas culpas permanecen, oteas se han ido con las algas y la espuma.
Lo involuntario se hace voluntario, ya no es natural. Ya no es humano.
Roca, roca, sangre. Piedra sobre vida,
Oscuridad.
Veintisiete misterios.
No ser. La muerte se ríe en silencio. Un silencio que pareciera tragárselo todo.
La vida se escurre entre los dedos.
Todo se reduce a tan sólo un parpadeo, a tan sólo una lágrima
Calipso
Doble poética o poética espejo es la que encuentro en esta entrada; la palabra y la plástica son un sentimiento aquí.Es, como siempre, un placer encallar en tu espacio.
ResponderEliminarEs un placer para mí que me leas, y que sientas los que leas, como yo lo sentí al escribirlo. Saludos!
ResponderEliminar