
Hay que dejar la puerta abierta
aunque la cierre el viento.
Alguien puede llegar y
compartir la lluvia,
cuando el último gorrión nos abandona.
Por favor, siéntese
sabemos que nos esperábamos.
Es absolutamente necesario ocupar esa silla,
los árboles se van con sus maletas.
Nos rodea el desierto.
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