sábado

CICLOPÍA

CICLOPÍA

DORMÍA Y LLORABA
LLORABA Y DORMÍA.
HUÍA DE HÉROES, LOS COMÍA.
SU OJO ERA UN PUENTE
COLGANTE.

MENTÍA DICIENDO QUE VEÍA
COMO LAS CABRAS VOLABAN
Y LAS DIOSAS SE BAÑABAN EN LAS OLAS.
LE GUSTABAN LAS GUAYABAS
SU SABOR LO TRANSPORTABA
A LUGARES MÁS CÁLIDOS.

SU CIELO REDUCIDO LO ENVOLVÍA,
Y DE ATRÁS LO SORPENDÍAN LAS LECHUZAS.
GIRABA HASTA CAER RENDIDO
Y CRECÍA.

NO LE GUSTABA SANGRAR,
ESO LE HACÍA SENTIR EFÍMERO.
SU CICLOPÍA LO ENTRISTECÍA
PERO SE RECONFORTABA
EN SU MONSTRUOSIDAD.



SUS FÉMURES ERAN FRÁGILES
HUBIERAN SOPORTADO A MUCHOS ULISES,
PERO ÉL A VECES SE CAÍA
SE SENTÍA DÉBIL
ESCASO,
ENFERMO.

NO ENTENDÍA MUCHAS COSAS
OLÍA RARO EL AIRE EN INVIERNO,
COMO A MIEDO PASADO POR AGUA.
LLEGABAN LOS HOMBRES
ESCUPÍAN NUBES MISTERIOSAS
Y LE PINCHABAN CON ACERITOS.
LE HACÍAN COSQUILLAS
PARA QUE LLORARA.

Y ENTRE HUMOS DE COLORES
SU ORGULLO MITOLÓGICO SE HACIA NIMIO
SE VOLVÍA UN ESPINA,
UN ARDOR,
QUE LE HACIA PESTAÑAR HASTA DORMIRSE.

Calipso

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